Para Andrea Álvarez, gran poeta, pero por sobre todo gran mujer. Inspirado en ella.
Quedo sola, besando perversos silencios,
incertidumbres alertando mis insomnios
de oraciones fatuas intentando aplacar miedos,
desconfianzas apiladas en profanos acechos
perdiéndose en sombras, insegura, nebulosa.
Quedo sola, masticando mis gastados argumentos
en cárcel retenida en mi albedrío confuso
camino, una, otra vez, frecuente engaño de huellas
doblando esquinas de vigilias hasta llegar al alba.
Quedo sola, si, más mis razones intactas no descansan,
el silencio se apagó, realidades asoman como el sol,
abrazan mis crepusculares ojeras, consentida arropa
real existencia, no hay más,...lo que venga, no importa.
Lucy Martínez.
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